Machiavelli, Niccolò

Discursos de Nicolao Machiaveli. Dirigidos al muy alto y poderoso Señor don Philippe Príncipe de España nuestro Señor

queste odio, que os acarrea vuestra cruel-
dad, no se acrecienta por la sospecha que
las otras vuestras virtudes, por vuestra gran
reputación os acarreasen como abajo dis-
curriremos de Camilo.

Capítulo veinte y tres,
por qué causa echaron de Roma a Camilo.

Hemos concluido arriba, que proce-
diendo como procedía Valerio, se ha-
ce daño a la patria, y a sí mesmo. Y
procediendo como procedía Manlio: se a-
provecha a la patria y se hace daño algu-
na vez a sí mesmo. Lo cual se prueba ra-
zonablemente por el ejemplo de Cami-
lo, el cual en su proceder, parecía más aí-
na a Manlio que a Valerio. Por donde ha-
blando Tito Livio dice dél que. «

Eius vir-
tutem milites oderant, et mirabantur». Lo que
le mantenía excelente y maravilloso, era la
solicitud, y grandeza del ánimo, la buena
orden que él guardaba en menearse y en
mandar a los ejércitos. Lo que hacía que

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