Machiavelli, Niccolò

Discursos de Nicolao Machiaveli. Dirigidos al muy alto y poderoso Señor don Philippe Príncipe de España nuestro Señor

los Romanos con los Sanitos algunas lige-
ras escaramuzas. «

Ne eos novum bellum, ne no-
vus hostis terreret». Con todo esto es grandí-
simo peligro porque quedando tus soldados
vencidos en aquellas escaramuzas que no les
crezca el miedo y la vildad. Y que dello se
sigan contrarios efectos a lo que teníades pen-
sado que es que los hagáis desmayar adonde
teníades pensado de los asegurar. Por tan-
to esta es una de aquellas cosas que tiene el
mal tan cercano al bien, los cuales están tan
conjuntos que es muy fácil tomar al uno pen-
sando que tomáis al otro. Y sobre esto he di-
cho que un buen capitán debe de guardar con
toda diligencia que no se levante alguna
cosa que por algún accidente pueda qui-
tar el ánimo a su ejército. Lo que le pue-
de quitar el ánimo, es comenzar a perder.
Y por esto se debe de guardar de las esca-
ramuzas pequeñas y no admitillas si no
es con grandísima ventaja, y con esperan-
za cierta de la victoria. No se debe de po-
ner en querer guardar algunos pasos no
pudiéndose poner en ello con todo su ejér-
cito. No se debe de poner y querer guardar

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