Machiavelli, Niccolò

Discursos de Nicolao Machiaveli. Dirigidos al muy alto y poderoso Señor don Philippe Príncipe de España nuestro Señor

Paréceme que es conveniente para la
sobre escrita materia, de discurrir so-
bre cuál use con mayores ejemplos
esta ingratitud, o un pueblo, o un Prínci-
pe. Y para mejor disputar sobre esta par-
te, digo que este vicio de la ingratitud, proce-
de, o de la avaricia, o de la sospecha, porque
cuando un pueblo, o un Príncipe ha en-
viado fuera un capitán en una espedición
de importancia adonde aquel capitán (ven-
ciendo la empresa) haya dello ganado mu-
cha gloria, aquel Príncipe, o aquel pueblo
es obligado a premiarle, y si en lugar de le
premiar le deshonra, o le ofende movi-
do de la avaricia, no queriendo (detenido
de esta cupididad) satisfacerle, hace un
yerro, que no tiene escusa, mas antes tira
tras sí una infamia eterna, y todavía se ha-
llan muchos Príncipes que pecan en esto,
y Cornelio Tácito, dice la causa con esta
sentencia. «

Proclivius est iniurare, quam
beneficio vicem exolvere, quia gratia honeri
ultio in questu habetur». Mas cuando
él no le galardona (o por mejor decir) le
ofende, no movido de avaricia sino de sos-
pecha, entonces el pueblo y el príncipe me-

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