Machiavelli, Niccolò

Discursos de Nicolao Machiaveli. Dirigidos al muy alto y poderoso Señor don Philippe Príncipe de España nuestro Señor

viniesen en esta honra desta dinidad, y
Apio era de los primeros, el cual usaba de
tanta humanidad con la plebe, en las pre-
guntas que él hacía que la dicha llane-
za y humanidad empezó hacer sospecho-
sos a sus compañeros. «

Credebant eum haud
gratuitam, in tanta superbia comitatem fore».
Y dudando de se le oponer descubierta-
mente, acordaron de lo hacer con maña
y arte y aunque él fuese el más mozo de
todos, dieron a él la autoridad de propo-
ner al pueblo los diez que nuevamente
se habían de nombrar y hacer, pensando, que
él guardaría los términos que los otros so-
lían guardar, que era de no proponerse
a sí mismo, pues que era cosa desacostum-
brada y de afrenta en Roma. «

Ille vero im-
pedimentum pro ocasione arripuit». Y nombró
a sí mismo entre los primeros con mara-
villa, y pesar de todos los nobles, y des-
pués nombró a otros nueve conforme a
su propósito. La cual nueva creación he-
cha por otro año encomenzó de amostrar
al pueblo, y a los nobles su yerro. Porque
luego Apio, «

finem fecit ferendae alienas per-

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