Machiavelli, Niccolò

Discursos de Nicolao Machiaveli. Dirigidos al muy alto y poderoso Señor don Philippe Príncipe de España nuestro Señor

sonae». Y empezó a demostrar su escondida
soberbia, y dentro de pocos días apegó sus
vicios y costumbres a sus compañeros, y
para hacer desmayar al pueblo, y al Sena-
do en lugar de doce electores, hicieron
ciento y veinte dellos, estuvo por algu-
nos días el temor igual, y después comen-
zaron de entretener el senado, y de aba-
tir la Plebe. Y si alguno era maltratado
del uno apelaba ante el otro, y era peor
tratado en la apelación, que en la prime-
ra causa. Por manera que habiendo la plebe
conocido su yerro comenzó estando muy
afligida de mirar en la cara en los nobles.
«

Et inde libertatis captare auram, unde servi-
tem tinendo, in eum statum rempubli<cam> adduxe-
runt». Y los nobles se holgaban deste su afli-
gimiento. «

Ut ipsi tedio praesentium, consules de-
siderarent». Llegaron los días, que acababan
el año, las dos tablas de las leyes estaban
hechas, mas no publicadas: de aquí los diez
tomaron achaque de estar quedos en el
oficio, y así empezaron a tener el estado
con violencia, y a hermanarse mucho con
los mancebos nobles, a los cuales hacían

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