Machiavelli, Niccolò

Discursos de Nicolao Machiaveli. Dirigidos al muy alto y poderoso Señor don Philippe Príncipe de España nuestro Señor

cualquier pequeño airecico le desgaja y
le derueca, como vemos que acaeció a Espar-
ta la cual teniendo ocupado a todas las ciu-
dades de Grecia, no se le hubo alzado tan
presto Tebas cuando todas las otras, ciuda-
des se le alzaron y así quedó sólo el tronco
sin ramas. Lo cual no pudo acaecer a Ro-
ma, teniendo el tronco tan grueso que cual-
quier rama podía sustentar muy fácil-
mente. Esta manera de proceder, junta-
mente con las otras que abajo se escribi-
rán, hizo a Roma muy grande, y muy podero-
sa, lo cual amuestra Tito Livio en dos pa-
labras, cuando él dice: «

Crescit interca Roma
Albae ruinis»:

Capítulo cuatro cómo las
repúblicas han tenido tres maneras cuanto al
ampliar.

Los que han guardado las historias an-
tiguas, hallan cómo las repúblicas, tie-
nen tres maneras, cuanto a lo del am-
pliar. El uno ha sido el que observaron los
Toscanos antiguos, de estar en una liga

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