Machiavelli, Niccolò

Discursos de Nicolao Machiaveli. Dirigidos al muy alto y poderoso Señor don Philippe Príncipe de España nuestro Señor

por esperiencia de aquellos que en las go-
bernaciones: y en las otras cosas, han sido
tenidos por ecelentes, como se vee de los
Romanos y de los Espartanos que si los
Romanos no edificaban fortalezas, los Es-
partanos, no tan solamente se abstenían
dello, mas no permitían que sus ciudades
tuviesen cerca, porque ellos querían que
la virtud particular del hombre y no otro
difensivo los defendiese. Por donde pre-
guntando un Ateniense a un Espartano si
la cerca de Atenas le parecía hermosa le
respondió

sí, si ella fuese habitada de muje-
res. Aquel príncipe pues que tenga bue-
nos ejércitos cuando él tenga cerca de la
mar algunas fortalezas frontero de su e-
stado que puedan ostener algunos días al
enemigo hasta que esté en orden: sería al-
guna vez cosa provechosa: mas ella no es
cosa que sea necesaria. Mas cuando un
príncipe no tiene buen ejército tener
fortalezas por el su estado: o a las fronteras,
le son, o dañosas o desaprovechadas. Da-
ñosas porque muy fácilmente las pierde
y perdidas le hacen la guerra mas si ellas

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