Machiavelli, Niccolò

Discursos de Nicolao Machiaveli. Dirigidos al muy alto y poderoso Señor don Philippe Príncipe de España nuestro Señor

todos estos peligros en el menear una con-
juración primero que se llegue a la eje-
cución della. De los cuales peligros querien-
do huir dellos, hay, estos remedios. El pri-
mero es el más verdadero, y único por me-
jor decir, que es no dar tiempo a los con-
jurados para que te acusen y comunicalles
la cosa al tiempo que la queréis hacer y
no antes. Los que lo han hecho ansí han hui-
do el seguro de los peligros que hay en el pla-
ticalla, y las más veces mas antes todas las
veces han tenido la fin próspera y dichosa
y cualquier hombre prudente ternía la
comodidad de se gobernar en esta mane-
ra quiero que me baste alegar dos ejem-
plos. Helémato, no pudiendo sufrir la ti-
ranía de Aristótimo, tirano de Épiro, jun-
tó en su casa a muchos parientes y amigos
y los rogó que quisiesen librar su patria,
algunos dellos pidieron tiempo para de-
terminarse, y ponerse en orden adonde
Helémato hizo que sus criados, cerrasen
todas las puertas de su casa, y a todos aque-
llos que él había llamado dijo,

o vosotros
habéis de jurar de ir luego a la hora a hacer

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